El corazón está agitado. Lleno de momentos y recuerdos inolvidables que se quedarán guardados en él.
La Virgen y el Señor han colmado de bien y de gracia a todos y cada uno de nosotros en esta noche de Viernes Santo. Nuestra Madre ha acogido entre sus manos todas las plegarias para que el que vive en Soledad se sienta acompañado.
El tañer fúnebre de las campanas ha marcado un final para este día, en el que Cristo, yacente en su sepulcro, nos muestra el camino para la Resurrección. Y su Madre, triste y dolorosa, llorando por cada uno de nuestros sufrimientos, tanto dolor en Ella existe que Angustias por su alma rebosa.
¡Mirad! Jesús muerto está, pero no murió para enterrarnos.
¡Mirad! Jesús muerto está y las almas por las calles van, nutriéndose con la vida de tu muerte, que en silencio quieren llorarte para después resucitarte…
Desde la Junta de Gobierno queremos dar las gracias a todos los devotos, fieles, cofrades, amigos y antequeranos que han guardado unos minutos de su día para acercarse al Carmen. Asimismo, deseamos con profundo anhelo que Nuestros Sagrados Titulares os colmen de bien, protejan en la vida y guíen a la vida eterna.